Lydia Cacho Ribeiro


LYDIA CACHO (México, D.F. 1963), periodista, activista social y escritora. Es especialista en investigación de violencia de género, salud, infancia y delincuencia organizada. Embajadora de Buena Voluntad para la Agencia de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen. Durante 25 años ha ejercido el periodismo como editora, conductora, cronista y columnista en radio y televisión así como en diversos diarios y revistas nacionales e internacionales. Es cofundadora de la Red de Periodistas de México, Centroamérica y el Caribe. Fundó el centro de atención para mujeres y sus hij@s víctimas de violencia CIAM Cancún A.C, certificado por el National Training Center for Domestic and Sexual Violence (E.U.A). Es experta en ciber seguridad infantil y en pedagogía de la entrevista de víctimas menores de 18 años. Así mismo es una reconocida especialista en cobertura periodística en situaciones de riesgo y sobreviviente de tortura policiaca debido a su labor profesional.
Sus valientes investigaciones periodísticas la han llevado por 132 países y la convirtieron en la periodista más premiada de México con 55 preseas internacionales. Newsweek & The Daily Beast la consideran Una de las 100 mujeres que mueven al mundo.
Autora de los libros Los Demonios del Edén, Muérdele el corazón, Esta boca es mía, Memorias de una Infamia; Con mi hij@ no, Esclavas del poder, En busca de Kayla, Sexo y Amor en tiempos de crisis, The Sorrows of Mexico, When We Are Bold: Women Who Turn Our Upsidedown World Right, así como de seis obras colectivas. Tres de sus obras Best Sellers se han convertido en libros de texto universitarios en varios países de América latina. Sus libros han sido traducidos a más de diez idiomas. Conferencista internacional, directora y conductora de la miniserie educativa sobre ética en la infancia denominada Somos Valientes (2018).


Libros publicados:


PREMIOS y RECONOCIMIENTOS:


Bibliografía

“Hay millones de hombres buenos que, en los cafés, en los foros, en la sobremesa, en la televisión, argumentan sobre la injusticia de la desigualdad de género, que se irritan con el número de feminicidios, que se conmueven frente a los miles de actos de pederastia. Ellos son parte del problema. Porque se indignan desde la comodidad de su palabra inmóvil, desvinculada con sus acciones. Cuando salgan a hablar, a trabajar con los hombres, a decirles que les excluirán de todo si no cambian, los agresores sabrán que en realidad están en peligro de extinción. Todo lo demás, es un lindo discurso.” - Lydia Cacho